martes, 30 de agosto de 2022

Político es cualquiera

 


Meterse en la política y hacer negocios es para cualquiera. Se puede participar del paradigma prebendario de la política siento un mediocre, un obsecuente, un adulón o un lelo. La mayoría de los que militan ese paradigma de la política es asi.

La política como campo de lucha por la justicia social y como mecanismo pacífico de participar del debate republicano no es para cualquiera. A Evita, a Perón y a Kirchner les costó su salud, a la que pusieron en lugar subalterno respecto de sus compromisos explícitos.
A Isabel le costó la cárcel más larga que jamás haya sufrido un expresidente en un régimen en el que fue torturada psicológica y moralmente, vejada en su pudor y convicciones y acosada con el fin de que presentara la renuncia que nunca firmó.
A muchos militantes de la revolución peronista les costó la vida, la libertad, el exilio, la clandestinidad, la tortura.
Antes, a Bordavehere le costó un balazo en el pecho cuando interpuso su cuerpo a la bala que tenía como destino a Lisandro de La torre. A Yrigoyen, los juicios por traición a la Patria. A tantos radicales nacionales, las amenazas de la triple A (que era la CIA).
Recuerdo que durante la dictadura las familias argentinas recomendaban a sus cachorros que "no te metas en política" porque significaba un riesgo de muerte.
Hoy no hay esos riesgos en la militancia política, si no se molesta a alguien que pisa fuerte en la política. Pero existen otros riesgos que muestran la cara más mafiosa de la política y eso no sólo necesita militantes convencidos sino valientes.
En el mundo hemos visto políticos gobernar una vez para el pueblo y luego regresar en otro mandato para servir a la oligarquía.
El venezolano Carlos Andrés Pérez era el ejemplo del progresismo blanco y populista latinoamericano conduciendo una Venezuela floreciente en los 70 y regresó liberal en los 90. Del mismo modo los argentinos que padecíamos al padre de la hiperinflación y destrucción del Estado, Raúl Alfonsín, cantábamos como un ruego "Patria querida danos un Presidente como Alan García", al que vimos regresar también liberal y corrupto, al frente del Perú. Un giro tan atroz en sus convicciones políticas, que decidió poner fin a su vida para no tener que responder las acusaciones gravísimas que le importaron por su segunda presidencia.
Vivimos tiempos de posverdad: de hegemonía del marketing sobre (y reemplazando) la política; de segmentación del discurso y de disonancia cognitiva.
Llamamos grandes estrategias a las que nos llevaron a la derrota por 5 contiendas electorales consecutivas y nos asombramos con el destino elocuente e irrefutable de que quién consiguiera (durante la conducción de su marido y líder) la primavera económica y social del siglo 21 hoy tiene un rol meramente declamativo en el gobierno que es suyo y que empeoró todos los registros económicos y sociales del macrismo, continuando sus mismos planes (los del FMI).
La interna del modelo colonial acordó poner la lupa en el barrio más tradicional y paquete de la Capital para que el ajuste más salvaje cometido en este milenio se lleve los últimos jirones del asistencialismo populista con el que mantienen entretenidos a los pobres que se dejan representar por determinados clubes de pobres.
Cada día la calle se llena de protestas que los medios desprecian en su discurso. Cada día las familias argentinas se obligan al ajuste propio para no caer, o no sumergirse peor, en la pobreza con la que este gobierno castiga a uno de los países más ricos en recursos del planeta en un momento de privilegio para el comercio exterior.
Los récords de exportaciones y de ingreso de divisas con niveles históricos, terminan de desnudar el mecanismo de saqueo que está funcionando con la facilitación del gobierno a sus socios que pronto serán los socios del próximo gobierno, que tendrá el mismo plan.
Ya no necesitamos políticos. Tenemos, de sobra, los que se enriquecen simplemente dejando hacer. Peor aún, que los que se corrompen.
Los soberbios sueñan con una nueva oportunidad pero se conforman con seguir en el reparto.
Al año de su derrocamiento, Perón declaraba que "no fuimos derrocados sino que caímos por nuestras claudicaciones, nuestro aburguesamiento. Vi yo, en ese momento, que debíamos proponernos una refundación pero con otra tónica, otra moral. Con quienes sepan y estén dispuestos a aceptar que la política es servicio y no una ganga".
Malditos sean los que juegan con nuestros sueños y apuestan con nuestras vidas como pago. Kirchner solía decir que los problemas de la política se resuelven con más política. Hoy la política es la máscara del marketing. Hemos aceptado que se puede prometer y no cumplir y hay quienes están dispuestos a defenderlos.
Pedir perdón con sinceridad alcanza para reparar una historia de amor. Para eso hay que bajarse de la soberbia y proponer el abrazo. Decía Sabina en su canción que "duermo y dejo la puerta de mi habitación abierta por si acaso se te ocurre regresar" y cierra con un argumento que justifica su esperanza: "más raro fue aquel verano que no paró de nevar".

lunes, 11 de julio de 2022

Batakis: respuestas para la prensa pero no para la crisis

 


En un discurso con fuerte carencia de medidas, contrario a lo que había anunciado, la flamante ministra de economía se presentó oficialmente en sociedad en una conferencia de prensa en la que ratificó los acuerdos con el FMI -sellados por su antecesor Martin Guzman- adelantando mayor ferocidad en el ajuste pese al crecimiento económico macro del que las familias argentinas no reciben alivio para sus módicas demandas.

Sentencias sin contexto que no participan del debate público ni responden a preguntas hechas en torno de la crisis abrieron su narrativa de pretextos. Que “hoy el mundo está en desequilibrio” podría haber dicho cualquier dirigente de cualquier lugar del mundo en cualquier momento de la historia, del mismo modo que referir a una “situación inédita de guerra” ya que no existe momento histórico sin guerras -especialmente en las últimas décadas-  y TODAS afectaron la economía mundial de alguna manera. Sobre todo no significan nada estas cosas si lo dice un gobierno que -como todos en democracia- fue elegido precisamente PARA resolver las vicisitudes del momento.

Son justificaciones estériles: como si una madre dijera “no contaba con que fuera bebé”, o “me sorprendió que tuviese que entrar a la escuela” o “la adolescencia es una etapa muy difícil” respecto de la crianza de sus hijos.

Que estamos “en un mundo muy distinto al de la 2da guerra mundial” (acaecida hace mas de 8 décadas) no sirve como diagnóstico y difícilmente para presentar un plan de salida de la crisis o una exposición de metas que tampoco hizo esta vez. 

En ese contexto su caracterización de que “vivimos en un país globalizado” omite adrede el hecho explicito de que el gobierno decidió participar de esa globalización sin globalizar ingresos, capacidad adquisitiva del salario, valor de la moneda ni metas inflacionarias. Sin voluntad para ser socio de la globalización desde una perspectiva soberana decidió ser su víctima con ganancias para los sectores locales de poder, que SI son socios y participan del negocio global a costa de la pobreza que producen las políticas sociales y económicas del gobierno y su escala de prioridades.

La sentencia feliz de que “la matriz productiva argentina está intacta” es retórica sin un punto de perspectiva: con qué momento lo compara? Con la estructura heredada de Macri?, con la de Cristina Fernandez, la de Nestor Kirchner, la menemista, la alfonsinista, la de Martinez de Hoz, la de Isabel?...al menos interpretamos por sus dichos que no debe ser la de la segunda guerra mundial.

Cuando Batakis dice que quiere exportar trabajo argentino no nos dice que está hablando de exportar la explotación de una clase trabajadora con salarios varias veces insuficientes para alcanzar la canasta básica de necesidades (y a la baja por inflación). Que el trabajo argentino vale menos que los granos argentinos (que tienen procesos altamente tecnologizados y necesitan menos mano humana).

Cuando dice que no quiere un modelo especulativo lo hace devaluando la moneda cotidianamente por decisión oficial desde que asumió este gobierno y aun desde antes, cuando el actual Presidente calificaba de sensatas las devaluaciones durante el macrismo; cuando las tasas de interés, con respecto del tipo de cambio cíclicamente intervenido para la toma oportuna de la brecha por parte de los especuladores son negativas en relación con la inflación e impiden el ahorro familiar (de aquellos que todavía tienen capacidad para eso). Batakis dice esto en el mismo discurso en el que considera en equilibrio el tipo de cambio que produce, delante de nuestros ojos,  alzas en los precios domésticos imposibles para el bolsillo familiar. Y cuando el gobierno mantiene el mecanismo más fabuloso de especulación financiera pagando tasas astronómicas a los bancos a través de imponerles  Leliqs para aspirar los pesos que emite.

 

Las medidas?

-La eterna promesa de “no gastar más de lo que tenemos”, con la salvedad saludable pero contradictoria -durante la conferencia de prensa- de que el “Estado no está para ahorrar”, se explicó en el compromiso del tipo “ahora sí” que hizo sobre la administración de “cuenta única” y el control mensual de las cuotas de gastos que incluye el congelamiento de la planta de trabajadores estatales (a los que claramente considera gastos).

- La creación de un “comité asesor” para la deuda (cuya conformación y propósitos aun son misteriosos) y la creación de un tribunal de defensa de la competencia para prevenir el alza de los precios (que calificó de injustificados “en la última semana”) son parte de la novedad aunque no sean concretamente medidas antiinflacionarias. Tendrá este Tribunal atribuciones para sancionar? Habrá una ley en la que pueda basarse para eso?

-El nuevo  esquema de “tasas positivas”, para alentar la inversión privada en la cartera pública garantizando su rendimiento, habla de nueva deuda y modos de seducción para la aceptación de ésta en el mercado.

- Con el cumplimiento del llamado a licitación para el gasoducto Néstor Kirchner, la rebaja en la compra extranjera de energía y la continuidad del plan de segmentación de tarifas ejecuta los últimos anuncios de Martin Guzmán.

-El organismo de valuación inmobiliaria pasará a la órbita del Ministerio de Economía con el fin de actualizar con sentido de justicia tributaria las propiedades de todo el país ponderando su ubicación geográfica (preparémonos para un aumento en la valuación e impuestos  la vivienda familiar y la vivienda en el mercado de alquileres con su consiguiente impacto en el valor y requisitos para alquilarlas).

 

Las interrogantes

Respondiendo a las preguntas de un puñado sorteado de periodistas la ministra confesó la continuidad de un derrotero signado por la improvisación frente al costo social de su plan económico (el del FMI) al confesar que no se alcanzará la meta inflacionaria del 52% anual pactada ya que “fue suscripta tras el mayor endeudamiento mundial” (una falacia si es comparada en su relación con el PBI), “los efectos de la pandemia” y la “inflación mundial” (otra falacia ya que las mismas condiciones se dieron en todo el mundo, la afectación sanitaria local fue similar en casos y muerte que la de los peores números del globo y, sin embargo, ninguna otra economía tuvo el impacto paralelo de muertes, empobrecimiento e inflación similar al de la Argentina que, además, tiene mayor riqueza en recursos que la mayoría).

Por otra parte desmintió a la vicepresidenta cuando relativizó el efecto cambiario en los precios. Batakis minimizó al mercado paralelo sin mencionar que los instrumentos oficiales de compra tienen a la divisa estadounidense por encima del valor “blue”.

La ministra admitió el incumplimiento de las metas de refuerzo de reservas soberanas adjudicándolo a un fenómeno eventual de amesetamiento que será superado en septiembre, el que en realidad se manifiesta en la venta de reservas para el control de ese mercado que rminimizó al considerarlo del 3 por mil del mercado total de divisas.

Respecto de los rumores de default de la deuda pública en pesos garantizó su pago y consideró maliciosos los rumores “contra un gobierno electo por el voto popular”, aun cuando reconoció que el gobierno de Macri -también elegido así- “defaulteó” esa deuda. Al respecto alegó disidencia con la calificación oficial del FMI que consideró que la Argentina necesita “acciones dolorosas para beneficiarse” de ellas. En este punto Batakis  defendió el rol del Estado con el déficit como instrumento para asistir urgencias como la falta de grifos en ciertos lugares o el pago de los sueldos privados durante el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio.

Por último destacó la necesidad de un Estado solvente con el “prestigio” que le da el equilibrio fiscal.

Para dejar en claro que no hay cambios en el rumbo económico, que nos trajo a esta situación crítica, el Ministerio de Economía tiene hoy una declarante capaz que responde hábilmente a todos…pero de ninguna manera todo.


@arielmagirena

sábado, 9 de julio de 2022

AF, el 9 de Julio y un relato de espaldas al pueblo



El que le escribió el discurso a Alberto Fernández lo puso otra vez a hacer diagnóstico como si a casi 3 años de asumir no tuviese ninguna responsabilidad sobre lo que describe. Como si no fuese resultado de la traición de sus promesas electorales lo que nos desanima y llena de frustración.

Como si no jugara cada día y en cada discurso a la división -como su antecesor- con la «herencia recibida» justificando sus desatinos. Como si el enriquecimiento de los ricos y la multiplicación de los pobres no fuesen resultado de su gestión y la muestra de para quiénes gobierna.

Posponiendo siempre para después el desarrollo y la justicia social. Relatando un país que termina geográficamente en Ushuaia. Celebrando un crecimiento cuyos números nunca llegan al pueblo, como si fuese una maldición y no un efecto de sus políticas.



Festejando exportaciones e importaciones récord q no tienen resultados en el bienestar de la población y si en su penurias. Reivindicando que apagó la economía y desactivó el Estado en lugar de aprovechar la crisis covid para suspender pagos y fortalecer la economía local.

Adjudicando a otros sus propias incapacidades o sus propias decisiones como si la moneda no se devaluara oficialmente cada día para realizar el ajuste cuyo efecto es la aniquilación del salario y la ampliación de la brecha social.

Como si no fuese el suyo uno de esos «gobiernos de espalda al pueblo que perpetúan el hambre y la pobreza» a los que se refirió siempre como analista y nunca como presidente.
Como si la realidad argentina fuese su relato y no lo que vemos y sufrimos los argentinos.

Como si la «distribución justa del ingreso» no fuese resultado de la planificación que corresponde siempre al gobierno. Como si el «escenario que nos toca» nunca hubiese tocado a otros presidentes que lograron resultados haciendo exactamente lo contrario que su gobierno hace.

El discurso del presidente no fue el discurso de un presidente.Tal vez nunca pudo salir de su rol de operador político al servicio de dirigentes de mayor envergadura y representatividad. Tal vez es el «explicador» (claramente no, el comunicador).

Tal vez…no tenemos presidente.


@ArielMagirena


lunes, 4 de julio de 2022

Batakis entre las ilusiones del mercado, los objetivos del gobierno y las necesidades del país



“Estas dispuesta a seguir con el plan económico que dejó funcionando Martin Guzman?” cuando ella le dijo que si, el Presidente le respondió “Sos mi nueva Ministra de Economía”.

Alberto Fernandez necesitaba esa respuesta para que no fuesen vanos los costos asumidos de sostener sin pausa un programa económico con un altísimo impacto social, riesgos injustificados y compromisos insostenibles en un mundo convulsionado por una pandemia. La crisis del Covid-19 encontró a la Argentina negociando -sin investigación ni cuestionamiento- con los tenedores privados de la deuda consumada durante el saqueo perpetrado por el Estado durante el macrato y le dio la oportunidad de posponer la misma discusión con el FMI, que garantiza también impunidad. Paralelamente el resto de los países pusieron sus propias economías como prioridad: deudas fueron condonadas y compromisos impagos con el consentimiento de todo el planeta. Incluso los organismos multilaterales de crédito dispusieron fondos para reforzar las economías heridas por los gastos inesperados.

Antecedentes

Silvina Batakis supo, en su momento, remontar desde la cartera de economía de la Provincia de Buenos Aires el ataque de Cristina cuando le cerró el grifo a Daniel Scioli diciendo que si una provincia es deficitaria la culpa es del gobernador. Era el modo de la Primera Mandataria de bajarle el precio electoral al que parecía ser el candidato natural del Frente para la Victoria con miras a las presidenciales de 2015. Batakis fue fundamental para conseguir que Cristina se rindiera frente a la perspectiva de derrota en las PASO del que decía que era su ungido -Florencio Randazzo- a la que habría quedado irremediablemente pegada.

La provincia más importante productiva y demográficamente del país es inviable desde que Alfonsín le robó una porción de sus ingresos con la Ley de Coparticipación Federal para poder tapar sus agujeros económicos. Desde entonces los fondos que la Provincia recauda no alcanzan a cubrir los costos operativos (salarios e insumos) y mucho menos para los de infraestructura. Cada gobierno nacional (comenzando por el de Alfonsin) envió recursos a Buenos Aires. Menem ensayó un modo de institucionalizarlos llamándolo Fondo de Reparación Histórica del Conurbano y hasta el propio Fernando de la Rua, en pleno hiperajuste, dispuso una enorme cantidad de fondos para una provincia opositora con el fin de posponer el incendio que finalmente se lo llevó puesto.

Frente al embate referido de la presidente, Batakis toma, bajo órdenes de Scioli (quien primero dialogó con los sectores que afectaría) dos medidas históricas que dejan al kirchnerismo, en los hechos, irremediablemente a su derecha:

1) aumenta el impuesto de las tierras productivas más de 1200% (ningún impuesto nacional aumentó en esa proporción durante el kirchnerismo).

2) impone un tributo al juego de 38 puntos (más que las retenciones agrarias).

¿Saben cuánto tributaba el juego a nivel nacional? La respuesta es CERO (no creo que haya cambiado).

Presente

La eficacia de un recurso, en este caso humano, (el conocimiento y la experiencia de la flamante Ministra) depende de quién lo usa y para qué. De tal manera que habremos de ser testigos de si Batakis hará una gestión atrevida y exitosa como con Scioli dejando a su sucesora, Maria Vidal el Estado funcionando (alcanzó las metas formuladas pero los problemas estructurales de la provincia son insalvables gracias al saqueo legalizado del padre de la hiperinflación)… o será exitosa aniquilando la cultura del trabajo mediante la instalación del salario básico universal -pedido por Grabois en su provocativo tuit que todos leímos- mientras consuma el ajuste clásico del FMI.


Aunque la llegada de Batakis lo oxigena y alienta expectativas en los mercados, el único plan de gobierno que tiene Alberto Fernández, que ejecuta desde el día en que asumió y cuya fidelidad exigió a su Ministra es exactamente contrario al que demandamos los argentinos sin distinción partidaria: freno de la inflación, recuperación de la moneda y de la capacidad adquisitiva del salario, promoción del empleo con derechos laborales, créditos para el desarrollo productivo y personal, instrumentos de ahorro y transparencia en la gestión.

@arielmagirena

Batakis entre las ilusiones del mercado, los objetivos del gobierno y las necesidades del país|Por Ariel Magirena – NCN

sábado, 2 de julio de 2022

Perón: apenas un invitado en el aniversario de su muerte




 Por @arielmagirena 

En el día que debió homenajearlo mencionó a Perón apenas un puñado de veces en un largo discurso. Lo acusó de militar golpista y antisindical. Incluso confesó no haberlo leído y que para este acto revisó los subrayados que Néstor Kirchner había hecho sobre Manual de conducción política que oportunamente le regalara Julián Domínguez.

Su discurso autoreferencial ofende a la doctrina justicialista y ratifica la inexplicable sujeción a la agenda globalista donde no caben los proyectos nacionales.

Pero además en su argumentación sobre la tercera posición justicialista relata dos categorías del capitalismo que ya no existen (marxismo y liberalismo) y confunde el capitalismo de estado de la ex Unión Soviética con el estado justicialista, que oponiéndose a los dos capitalismos (de mercado y de estado) toma el capital como instrumento y no como fin ya que su horizonte es el bien común: justicia en lo social, soberanía en lo político e independencia en lo económico.

Mejor se entiende si lo leemos a Perón:

«2 de mayo de 1950 inauguración del periodo de sesiones parlamentarias.

Para el capitalismo la renta nacional es producto del capital y pertenece ineludiblemente a los capitalistas. El colectivismo cree que la renta nacional es producto del trabajo común y pertenece al Estado, porque el Estado es propietario total y absoluto del capital y del trabajo. La doctrina peronista sostiene que la renta del país es producto del trabajo y pertenece por lo tanto a los trabajadores que la producen.»

 Perón: apenas un invitado en el aniversario de su muerte|Por Ariel Magirena – NCN

miércoles, 1 de junio de 2022

Del “círculo rojo” al círculo vicioso. Alberto Fernández y un relato para los que le quedan

 




Rendido ante su incapacidad para convencer a nadie más, el Frente de Todos ha decidido enfocarse en fidelizar su propia tropa. Sólo le habla a los suyos. La misma estrategia de Macri durante su mandato: profundizar la grieta. Aunque se hace cada vez más evidente que eso no alcanza para ganar las elecciones, sueña que al menos garantizaría, a los que arman las listas, la posibilidad de seguir participando de la política como negocio (terreno en el que Alberto Fernández tiene experiencia de décadas). Mientras se diluye con pasmosa velocidad su respaldo electoral (perdió casi 5 millones de votos entre 2019 y 2021) la alianza que permanece en el gobierno –con fracturas expuestas que le impiden hacerlo de pie- confiesa su desesperación vociferando un discurso de terror que sólo convence a los débiles y reproducen obsecuentes y negacionistas.

No advierte que la muletilla “ah, pero Macri” perdió toda autoridad cuando, a poco de asumir, el FdT continuó el plan del canje de bonos de Hernan Lacunza para acordar con los tenedores privados de la deuda, la que había prometido investigar pero que legitimó de facto así como cuando modificó, a la baja y por decreto, el cálculo de las jubilaciones después de prometer un 20% de aumento inmediato… cuando continuó con la moneda y la capacidad adquisitiva del salario como variable de ajuste… cuando persistió con el festival de deuda en beneficio del sistema financiero con cúspide en el abuso de Leliqs y creación de nuevos impuestos… cuando tuvo a la Argentina en lista roja de la OMS hasta un mes antes de las elecciones parlamentarias por tener a la mayoría de la población inoculada con vacunas no aprobadas (el pasaporte argentino era rechazado en las ventanillas de las empresas de aviación al momento de tomar un vuelo)… cuando el Presidente propuso pagar una suma de dinero para extinguir una causa en su contra, junto con su pareja, por un delito por el cual el Estado inició demandas a ciudadanos comunes (una reunión social durante el aislamiento obligatorio. (La lista es parcial).

Escuchamos al Presidente declarar en un acto con público que está “esperando que la Justicia llame a los ladrones de guante blanco”. ¿Puede ignorar -siendo abogado y  profesor universitario de derecho- que la República en la Argentina consiste en 3 Poderes constitucionales equivalentes que se controlan unos a otro? ¿Es lícito, desde su magistratura, omitir que es él quien tiene acceso directo a toda la información de la gestión del Estado (aun la secreta) y la puede ofrecer a la Justicia al momento de iniciar (si en realidad eso quisiera) una demanda formal contra los autores presuntos de los presuntos delitos que imputa a su antecesor?

El gobierno ha decidido distraer lo que hace y lo que elude con lo que dice. Ofrece un relato como si fuese testigo y no responsable. Para eso está dispuesto a llevarse puesto al peronismo, la identidad política que lo ungió en 2019, que lo abandonó en 2021 y que lo sobrevivirá como sobrevivió 26 años de proscripción -en dictadura y democracia- y una cantidad inédita de crímenes de lesa humanidad cometidos en su contra.

Cuando el sistema de representación que estalló en 2001 había sido salvado por el único partido que quedaba en pie, que encaminó la salida de la crisis con un gobierno de transición que heredó otro peronista. Pero no queda un partido político hoy que interpele al pueblo ni que represente sus expectativas. A dos décadas de aquellas jornadas que sonaban a telegrama de despido en un coro que pedía “que se vayan todos” la nueva crisis (tan parecida a aquella) suma angustia y frustración. La ausencia de un discurso de esperanza empeora con el protagonismo del discurso del miedo que reproducen y amplifican las usinas mediáticas oficiales y paraoficiales que se refleja como espejo en los medios y periodistas opositores.

La “grieta” resultó un negocio para quienes se simulan en orillas distintas cuando en realidad divide a la ciudadanía de los que se aprovechan de la política y la tienen capturada para sustituirla por marketing. Un acuerdo entre los principales dirigentes y candidatos mantiene una sola agenda que cancela o subalterniza la de la sociedad y de la que habla todos los días: falta de trabajo, perdida adquisitiva de salario y jubilaciones, inseguridad, incapacidad de acceso a la salud y la vivienda, educación deficiente,  deficiente conectividad y subdesarrollo en un mundo cada vez más interdependiente.

En realidad la “grieta” se exhibe hoy como una puesta en escena en la que acusaciones recíprocas justifican la falta del acuerdo necesario para la recuperación de un país con recursos de sobra para la vida digna de su bajísima población pero empobrecido adrede para beneficio de unos pocos.

Ningún partido, ni sus voceros mediáticos, quieren referirse al resultado electoral de noviembre, cuando cerca del 40% de los electores decidió no ir a votar, votar en blanco o anular su voto.

La crisis de la representación política es tan grave que casi la mitad de los argentinos, sin convocatoria, acuerdos ni medios a su favor, envió un mensaje que nadie quiere oír y al que el oficialismo decidió ofender festejando como triunfo su vergonzosa derrota junto a personajes distinguidos de un sindicalismo corrompido que permite, inexplicablemente, el primer gobierno sin ningún paro general después de los de Perón.

La abdicación de la política en favor del marketing está germinando, en el mismo pueblo que los repudia, la furia que cobrará a los burócratas de toda laya. El maestro de estrategia Sun Tzu advirtió en “El Arte de la Guerra” que dejar sin salida al enemigo lo obligaría a luchar hasta la muerte. Perón, el único ciudadano ungido 3 veces como presidente democrático de los argentinos, enseñó que los pueblos tienen la naturaleza del agua a la que se puede poner diques para interrumpir su paso pero que siempre tiene fuerza y tiempo para sobrepasarlos o eludirlos y encontrar su camino.

Encandilados con teorías de mercado y estrategias de publicidad segmentada (como si se tratara de productos de moda) los partidos (como empresas competidoras) apuntan a ganar lo que en el lenguaje del marketing llaman su “nicho”. Si se atrevieran a volver a pensar en las personas y hablar el lenguaje de las personas, podrían advertir que los nichos se ocupan con muertos.

@arielmagirena

Del “círculo rojo” al círculo vicioso. Alberto Fernández y un relato para los que le quedan|Por Ariel Magirena – NCN



lunes, 30 de mayo de 2022

Dolarización: cuando la propuesta es el suicidio

 


Lo primero que hay que advertir al momento de discutir la dolarización es cuales serian los tópicos económicos que se busca resolver en una economía que agoniza producto de un saqueo que empeora por la situación internacional ejemplificados en: inflación, pulverización del poder adquisitivo, crisis de deuda, recesión, precarización laboral, brecha cambiaria, imposibilidad de acceso al crédito, corrupción estructural e ineficiencia y abdicación del Estado entre otros de una insoportablemente larga lista.

Contexto histórico

Luego de haber superado la marca de 55 mil millones de dólares de reserva, la improvisación de un gobierno que había perdido en 2010 a su mentor y conductor, Néstor Kirchner, perdió también la clave y la voluntad de sostener su eje económico en superávits gemelos. La economía se derrumbaba sin que la experiencia cosechada durante los gobiernos peronistas sirviera para planificar metas y tomar medidas de corto, mediano y largo plazo para alcanzarlas.

En 2014 llegó la oportunidad que esperaba el Ministro Axel Kicilof para realizar un ajuste (el más grande desde el abandono de la convertibilidad con paridad 1-1)): una medida ortodoxa de un economista heterodoxo pero definitivamente contrario o ignorante del modelo económico justicialista. Un mediodía de enero de ese año el entonces presidente de la petrolera Shell en Argentina, Juan Aranguren, realizó una oferta para adquirir dólares billete un 20% por encima de la cotización oficial que fue interrumpida -al ser descubierta- sólo 20 minutos más tarde.

Pese a tener a su disposición la polémica (para el liberal progresismo y la izquierda conservadora) Ley Antiterrorista, no sólo eludió demandar al Ceo de Shell sino que acató los resultados de su maniobra, la devaluación. Si el cristinismo en el poder hubiera querido, Aranguren hubiese estado en manos de la justicia y el puñado que acudió a su oferta hubiera recomprado sus dólares al precio oficial celebrando sus “ganancias inesperadas” (un monto insignificante para la economía de un país: 4 millones U$S). Pero a esa altura no se trataba sólo de evitar la fuga de divisas para la cual había medidas de restricción de importaciones y al acceso ciudadano a divisas para ahorro cuando todavía los salarios lo permitían. La inflación revelaba recesión y el primero en advertirlo fue el mercado interno.

Aun en medio de la crisis, Argentina mantenía un lugar de vanguardia entre las economías regionales con los sueldos y jubilaciones más altos (reconocidos en informes de la OEA) y la menor ratio deuda-PBI; el gobierno quería guardar esa foto para exhibirla un año después en la campaña electoral. De acuerdo con los economistas del gobierno que se despedía (si en realidad los tuvo), la única salida posible era otro ajuste más profundo al que se negaba. Su estrategia consistía en esperar a que lo hiciera su sucesor que pagaría el altísimo costo con repudio social. Con esa mira el FpV pergeñó la proclama hacia su interior que rezaba “perder para volver” y puso a sus medios oficiales y paraoficiales a demoler la candidatura de Daniel Scioli.

Lo cierto es que la abdicación del FpV al papel de opositor en que lo puso el voto popular de 2015 permitió a Mauricio Macri hacer las tareas más rápido y menos pensadas mientras consumaba con impunidad mecanismos de endeudamiento para fuga, simulando medidas políticas o económicas.

La continuidad del modelo macrista se expresó en el acuerdo con los tenedores de deuda privados en los términos del “reperfilamiento” de Hernan Lacunza, con una apresurada devaluación para licuar salarios y la expansión de planes de asistencia social para contener la protesta frente a la pauperización de los sectores vulnerables y empobrecimiento paulatino de la autopercibida clase media. Naturalmente esta continuidad efectiva empeoró todos los graves registros económicos y sociales heredados, lo que sorprendió al electorado peronista que abandonó al FdT en noviembre de 2021 cuando perdió alrededor de 4 millones de votos.

La sorpresa no se dio tanto en la clara traición al puñado de promesas electorales del 2019 (aumento inmediato de jubilaciones, paritarias sin techo, investigación de la deuda y hasta el simbólico cultural de “volver al asado”, entre pocas mas) sino en el desaprovechamiento de una oportunidad única para tomar medidas excepcionales que le daba una pandemia de nivel global durante la cual casi todas las economías suspendieron sus compromisos externos. El resultado es la inflación en crecimiento más alta del continente (Venezuela lleva 2 años reduciendo la suya) y la peor moneda (hoy el Peso cotiza la mitad que la Gourde de Haití, el país más pobre, carente de recursos y corrupto, frecuentemente azotado por desastres geológicos y climáticos que, además,  sufrió un magnicidio hace pocos meses).

El tiro del final

Con recursos de sobra para un país desierto en el que vive la misma cantidad que el promedio de los países de Europa pero con recursos estratégicos y territorio superiores a la suma completa de ese continente, se vuelve sospechosa la propuesta de sacrificar su economía en promesa de una estabilidad inflacionaria que se desvanece de nuestros recuerdos junto con la crisis que produjo la atadura del Peso con el Dólar.

La economía es un modelo de administración de un sistema determinado en base a un acuerdo macro. Dentro de ese mecanismo funcionan en todas las economías términos de intercambio y el instrumento fiduciario conocido como moneda. Para dar fe a ese instrumento, cada Estado elige un valor de respaldo que decide soberanamente. Como ejemplo, China sostiene su Yuan en oro y decide soberanamente cuánto oro vale cada Yuan cuando tiene que hacer frente a vicisitudes internas o globales. Como contracara Estados Unidos abandonó hace más de medio siglo el Patrón Oro y su moneda es respaldada en deuda y la posesión efectiva del arsenal militar más poderoso del planeta, pero no puede hoy controlar su inflación (que lejos está de la inflación argentina).

Con claridad a prueba de tontos la posibilidad de monetizar la economía argentina (crítica y endémicamente inflacionaria) con un instrumento sostenido en deuda sobre el cual no tiene ningún dominio llevará ineludiblemente a sumar la inflación local a la del país emisor. Pero la pregunta honesta sería: tiene la Argentina forma de respaldar su moneda?

Salir de la inflación sin matar la economía

Pese a poseer recursos apetecidos por el mundo que están subexplotados, la Argentina está permanentemente en crisis y dependiente de capitales extranjeros a los que atrae mediante concesiones a pérdida que cada gobierno justifica en la urgencia. La perversión de su modelo económico llama “inversiones” a la especulación financiera ante cuyo sistema se rindió en la década del 90 y del cual recibió como paga la fuga y la traición desde 1998, cuando los mercados se le cerraron por completo y produjeron el estallido del 2001.

Decía Albert Einstein que la estupidez es esperar resultados distintos haciendo lo mismo.

En la Argentina nos encontramos con gobierno eligiendo las recetas que siempre nos llevaron a la crisis frente a las que siempre resultaron virtuosas. Desde los gobiernos de Juan Perón con el comercio exterior nacionalizado mediante el IAPI (hasta el golpe del 55) y luego a través de las juntas de granos y de carnes (en su tercera presidencia), la economía argentina no tiene respaldo propio. En esas experiencias la moneda real de intercambio era lo que el país producía. La economía local tenia relevancia en tanto dispuesta para el bienestar social y tanto el crédito como la energía y  hasta los medios audiovisuales de comunicación estaban nacionalizados poniendo a la gestión privada (incluso las multinacionales petroleras) al servicio de la producción, el desarrollo y el bien común.

Aunque no repitiera ese paradigma, la brecha entre el consumo interno y los precios internacionales puede saldarse optando por solventar la moneda en cualquiera de los recursos que se subexplotan y están a disposición. Vaca Muerta, siendo la segunda reserva gasífera y cuarta petrolera no convencionales del mundo, la disposición de litio en otra reserva mundial compartida con Chile y Bolivia, el cobre, el oro, el uranio, la cosecha del siguiente año y hasta el agua dulce (abundante aunque mal distribuida y descuidada al punto del riesgo) pueden ser ofrecidos como respaldo de la moneda aun sin necesidad de ser explotados. Una auditoria internacional sobre cualquiera de los recursos alcanza para dar valor a la moneda y pasar instantáneamente del problema de la inflación a administrar con discreción el valor del dinero ya que esos recursos están en proceso de aumento de su valor que no podemos estimar hoy (valgan como ejemplo los contratos litíferos a un precio simbólico cuando el del litio creció casi 20 veces o el de las auríferas consumado en tiempos de convertibilidad uno a uno cuya extracción cuesta hoy 200 veces por debajo (menos las inflaciones del peso y el dólar).

Una economía nacionalizada puede destinar su renta a un nuevo proceso de industrialización y de actualización en tecnología del conocimiento e inteligencia artificial que también resultaría en el mejor modo de terminar con la corrupción estructural, la evasión tributaria y el desfinanciamiento social. Por otra parte una moneda cuyo riesgo es encarecerse frente al mundo en lugar de devaluarse es ideal para el ahorro que en la mayoría de los trabajadores implica un esfuerzo para alcanzar el ascenso social que en estos días es prácticamente una fantasía con la consistencia de un eslogan publicitario.

@Arielmagirena

Dolarización: cuando la propuesta es el suicidio| Por Ariel Magirena   – NCN

El Cordobazo. Epica de la resistencia a la dictadura y la proscripción del peronismo

 


El dirigente mecánico Elpidio Torres imaginó un "cordobazo" en mayo del '69 como cumbre de la resistencia a la dictadura de Ongania y su expresión en esa provincia. La propuesta la hizo al transportista y líder de la CGT Combativa, compañero Atilio Lopez quien motorizó las gestiones para unificar al movimiento obrero en torno de la protesta callejera. Para eso fue fundamental la adhesión de Agustín Tosco, dirigente de Luz y Fuerza con fuertes vínculos con el movimiento estudiantil. Las protestas comenzaron días antes, pero el 29 eclosionó con movilizaciones desde las fabricas y las facultades que enfrentaron la represión y significaron un golpe demoledor al presidente de facto. Aunque era marxista, Tosco lo sintetizó en una proclama que eran las reivindicaciones de la resistencia peronista:

"...(el pueblo cordobés) exigía la normalización institucional, para que el gobierno fuera elegido por decisión de la mayoría de la población, sin persecuciones para con las ideas y doctrinas de ningún argentino. Exigía que se aumentaran los salarios en un 40%, que era lo que había crecido el costo de vida. Exigía la defensa del


patrimonio nacional, absorbido cada vez más por los monopolios extranjeros. Exigía la creación de nuevas fuentes de trabajo, para eliminar la desocupación que trae miseria y desesperación en los hogares. Exigía la reincorporación de los cesantes y el levantamiento de las sanciones por haber hecho uso del derecho constitucional de huelga. Exigía una Universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y consustanciada con los intereses del país".