lunes, 15 de septiembre de 2025

EL PAN PARA EL QUE NO TIENE DIENTES (a propósito de la entrevista del gobernador Kicilof con el periodista Pagni)

 



EL PAN PARA EL QUE NO TIENE DIENTES

Axel Kicillof debería facturar su triunfo electoral estratégico sobre Milei y sobre Cristina, con una narrativa propia de un líder.
Sin embargo, desaprovechó la entrevista -excelente- que le hizo Pagni, generosa en "centros" para su lucimiento, ofreciéndole la oportunidad de desmarcarse del pasado reciente, en un momento en que la sociedad busca renovación en la política.
Temeroso, dubitativo y tímido, el gobernador bonaerense eludió manifestarse sobre los temas que generaron el hastío del electorado. Hastío que califican (aún con el triunfo de FP) a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre como las de mayor ausentismo ciudadano desde 1983.
En lugar de eso reivindicó como aciertos los errores de su gestión en el ministerio de Economía -en el segundo gobierno de Cristina- cuando aniquiló la herencia de Néstor Kirchner: superávit gemelos (fiscal y comercial) por 6 años consecutivos, por única vez en la historia argentina.
Pero no sólo reivindicó el déficit fiscal, argumentando infantilmente que 150 países del mundo lo tienen, sino la estatización de media YPF, por una cifra ridículamente inflada para una empresa de pozos agotados, atrasada tecnológicamente y reducida a fierros viejos por falta de inversión por años por Repsol.
Se perdió, también, la oportunidad de proyectarse nacionalmente, sumando propuesta a la crítica que ya, verdaderamente, hace cualquiera sobre el gobierno de Milei. De hecho, en lugar de señalar que el modelo oficialista está acabado, hizo el ridículo pidiéndole un cambio de rumbo al obsesivo mandatario.
Aunque reivindicó a Cristina como fundamental al momento de "construir la Unidad" en las listas, que ella digitó (y lo marginó olímpicamente), fue resbaloso para hablar sobre la libertad de la exmandataria. Se entendió, que su prisión es injusta pero su libertad no es un tema político que necesite una palabra suya. De hecho, se atajó de la pregunta sobre si la indultaría en caso de ser presidente.
Pero el momento más resbaloso fue su desdén al mencionar a Perón después de otros presidentes ostensivamente menos trascendentes en la región y en la historia, como respuesta a la pregunta (realmente oportuna) de con quién se identifica.
Axel no entendió que Pagni le ofreció un banquete. Pasó, por el canal LN+ y, simplemente, se tomó unos mates.

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