domingo, 11 de octubre de 2009

Tenemos ley de democratizacion de los medios audiovisuales


Hemos instalado una bisagra en la historia argentina. Hemos remontado la dificultad y deshecho uno de los nudos del tenebroso tejido que los poderes concentrados y su maquinaria maldita motorizaron cobrandose cada uno de nuestros derechos obtenidos en el concurso de la revolucion inconclusa. Esa revolucion contra la que utilizaron todos los recursos al alcance y creado nuevos y perversos metodos. la tragedia del nacionalismo popular comenzo con hechos ineditos en el mundo como el bombardeo de la poblacion civil en junio de 1955. El ensayo de la dictadura de entonces para el robo de las palabras que nos daban sentido. Ni los nombres de los lideres de esa revolucion, Peron y Evita, era posible mencionar. El previo fue el terror y apenas lo comenzariamos a conocer: los fusilamientos de civiles y militares que conspiraban para la recuperacion de la democracia con justicia social, la proscripcion del partido de las masas acatada por los partidos que llegaban impudicamente al gobierno... El descubrimiento del enemigo del hecho fatal de que las banderas de la lucha seguian sin arriarse, comprobado en la militancia de una juventud que seria capaz de retornar al viejo lider, que dejaria los ultimos meses de su vida defendiendo el juego en un tablero en el que la incipiente democracia argentina era acosada y rodeada por dictaduras. Y la dictadura por fin que llevo el terror a extremos impensados cobrandose la vida de 30.000 militantes que no solo soñaban una patria juta, libra y soberana, sino que la construian y peleaban. Hizo falta tanta sangre y tanto miedo para poder instalar el nuevo paradigma sobre una plolitica degradada por el asesinato de sus cuadros. Asi se consiguio suplantar a la politica por los medios de comunicacion que tuvieron necesariamente que ser concentrados y excluyentes para robarnos las palabras y el sentido. Desandar este camino de tinieblas no devolvera la vida de los 30.000, ni de los resistentes, ni desbombardeara la Plaza de Mayo, pero nos habilita a recuperar los sueños. Lo conseguimos y recien comienza la batalla. Aceptemos el desafio de recuperar la palabra para recuperar la politica. Gracias, compañeros por estar compartiendo este momento y esta lucha. Gracias Cristina por encabezar valientemente este cometido frente a tanto cobarde y sumiso de la politica argentina. Y por darnos el entusiasmo en la certeza de que vamos por mas.


Ariel Magirena 10/10/09