miércoles, 26 de agosto de 2009

El cuchillo entre los dientes

(Análisis y perspectivas frente al resultado de las elecciones parlamentarias del 28 de junio)


Mucho, y naturalmente, se habló del voto suicida del 28 de junio y sus posibles orígenes. Permítanme sumar algunos aspectos poco presentes en medio de la secuencia de emociones que sucedieron a la sorpresa de los resultados. No es gratuito haber llegado a esta cultura de desidia política, susceptible a la manipulación mediática. El previo de todo esto es la "máquina de matar". Un plan que fue patentizándose desde los bombardeos del 55, los fusilamientos del 56, la proscripción del peronismo y de la constitución del 49, la prisión de los militantes de la resistencia y la prohibición de la palabra. En la década del 70 se profundizó con el genocidio y la peor expresión del terrorismo de estado que se comió una generación y desarticuló la red social. La política desapareció de los hogares como modo de los sobrevivientes de proteger a los más jóvenes. La receta era "no te metas en política" y la frase de diseño de los publicitarios de entonces penetró dramáticamente: "algo habrá hecho" .
"algo" (indefinido) y "hecho" (cualquier acción).Y permítanme remarcar esto: lo contrario de "algo" es "nada" y lo contrario de "hacer" es "no hacer" y ese era el mensaje.
La política en la argentina sería otra desaparecida si los propios errores del Proceso y la configuración del nuevo modelo geopolítico dictado por el imperio (el de las democracias restringidas) no hubieran sugerido su salida al gobierno militar. La política argentina floreció de un tronco moribundo, con los actores que la dictadura permitió vivir y los pocos que se le escaparon. Con lograda mayoría de políticos que sirvieran a ese país se construyó la nueva política y, por si la política real resucitara, se materializó el plan para su vaciamiento y desprestigio. Con la política convertida en mala palabra ninguno de los que quieren ser calificados como buenas personas quiso ser político. Y los políticos de militancia, y los cuadros sobrevivientes, aceptaron la roña en la que debieron meterse para hacer política, muchos, poniendo en juego su prestigio.
La verdadera sorpresa en este contexto es la irrupción del kirchnerismo. Ya nadie pedía ni esperaba nada de la política. Instalado el paradigma mercantil de la política aceptado gustoso por el progresismo (que sostuvo y fundamentó la convertibilidad hasta su muerte en 2002), la aspiración mas ambiciosa del electorado argentino eran la gobernabilidad y, si fuera posible (por favor...) el honestismo.
Mientras se buscaba la salida de la crisis (la peor de la historia argentina, se acuerdan?), golpeaban cacerolas, enjuiciaba al estado por sus dólares (cuyo eufemismo era "ahorros") y se inventaba un modo informal (que también se corrompió velozmente) de las relaciones económicas en el capitalismo monetarista como era el trueque, el gobierno de Néstor Kirchner destruía la Corte Suprema de la mayoría menemista, derogaba los decretos de protección de represores respecto de la justicia extranjera, pasaba a retiro a decenas de altos mandos militares, promovía la política de derechos humanos, imponía una quita de 60 mil millones de dólares a la deuda externa, rompía con el FMI, aniquilaba las relaciones carnales con EUA, restablecía buenas relaciones con cuba, derogaba la ley banelco, recuperaba las paritarias, anulaba las leyes de impunidad, promovía los juicios a los represores, retiraba los retratos de los generales golpistas del Colegio Militar, le daba la ESMA a las madres y los Organismos... alguien necesita acordarse de algo más? Nada de esto estaba en la agenda electoral.
Los resultados de junio son la confirmación de que el electorado argentino está a la derecha de los Kirchner, pero no es gratuito: No es por el GEN argentino. El vacio de la política se consiguió con muerte. Los medios de comunicación actuaron después, sustituyéndola.
El problema es que mientras buscamos recuperar la política es indispensable reforzar el modelo en marcha; imaginándonos el peor escenario para el 2011, que es la posibilidad cierta de no tener un nuevo mandato. El peor negocio, quedó demostrado, es el intento de correr a Cristina por izquierda. Aunque les duela a muchos, no hay nada real a la izquierda de este gobierno. El triste papel del infantilismo (dijo Lenin...) de disputarle al gobierno su porción del electorado progresista redundó previsiblemente en el crecimiento de la derecha. Qué tal si los "progresistas" que votaron a Sabattella o a Pino se hubieran comprometido con el momento histórico? El proyecto popular no hubiera perdido nada. Y estamos hablando de los sectores que declaman un discurso progresista!! Esos que van a intentar justificarse señalando como lo hacen los "buchones" las defecciones de la derecha peronista DE LOS QUE SI ESPERABAMOS UNA AGACHADA... Resulta que en lugar de celebrar que Néstor Kirchner conseguía que los grandotes del barrio estuvieran esta vez de nuestro lado la propuesta fue dejarlo solo entre los peores...
Pero no estuvo solo. Ni lo está.
Hoy escuché uno de los micros de historia que emite Radio Nacional. Contaba que para cuando las invasiones inglesas, los indios Ranqueles (los Tehuelche) habían ofrecido 10 mil lanceros para enfrentar a los "casacas rojas" y una tregua con los "huincas" a tal efecto. Aunque los hombres no fueron aceptados, si la tregua, que permitió la participación de los Blandengues para la reconquista. Los tehuelche no detuvieron nunca su guerra con el blanco, pero entendieron (sin leer a Marx) que era más inteligente sumar fuerzas en la coyuntura contra un enemigo peor y más fuerte: el extranjero.
Tal vez solo le queden dos años a esta etapa inesperada de reedición moderada del modelo nacional y popular. La responsabilidad de hoy es, entonces, apoyar a Cristina para saldar la mayor parte posible de las deudas de 60 años con nuestro pueblo. Imponer con todos los medios posibles la recuperación de los resortes estratégicos de la economía y la política social. Robustecer el estado resucitado. Distribuir la riqueza hasta el último centavo de esa caja por la que vienen. Devolver la dignidad a un pueblo que la olvidó y a las generaciones que no la conocieron. Difundir el mensaje, comprometer a los beneficiados y enfrentar al enemigo con la fiereza que supo tener el pueblo argentino.
Convencidos y militantes.
"LA PATRIA DEJARA DE SER COLONIA O LA BANDERA FLAMEARA SOBRE SUS RUINAS" (Eva Perón).
A.M.

Cultura y politica en el peronismo

(Publicado en el periódico Miradas al Sur el 29 de marzo de 2009, a propósito de un artículo homónimo de Alejandro Horowicz, del 15 de marzo en el mismo medio)


La identificada “intelligenzia” argentina sobre la que escribió Jauretche quedo “fatalmente ligada” al pensamiento colonial y a prejuicios sociales de tipo racista.” Alpargatas si, libros no” fue la expresión de la compulsa entre la cultura de masas y el modelo extranjerizante en el momento en que la primera fue convidada por el peronismo a participar del debate de un modelo de Nación. En ese contexto la frase de las alpargatas es la síntesis que el nuevo actor social encontró en el lenguaje que todos podían entender: una perla de la comunicación; una joya del marketing directo con el defecto de no haber salido (o si??...) de los claustros.
“La gran masa del pueblo” interpretó enseguida que la nueva Nación que estaba invitada a construir tenía en la universidad a la escuela de los sostenedores ideológicos del modelo que los había explotado y sometido… y le marcó la cancha. Acaso algún ignorante sugiere que el peronismo, que en su 1º y 2º gobierno invirtió y desarrolló en educación por encima de la suma de todos los gobiernos anteriores y posteriores en el siglo XX tenía como proyecto el analfabetismo? Alguno supone que los obreros que cantaron la consigna de las alpargatas dejaron de mandar a sus hijos al colegio? Sabemos todos que no. El problema era de quienes sostenían la batalla cultural en la comodidad de los dos paradigmas dominantes - el capitalismo y el comunismo- y ambos rechazaban al nuevo e inesperado monstruo, al que fanática e irracionalmente ponían en las filas del otro (la izquierda lo llamó fascismo y la derecha lo tildó de comunista).
Todo proceso de cambios produce dolor. Aun cuando se plante en términos pacíficos como el peronismo. Aunque no fuera ortodoxa, no era más que la simple (o compleja) cuestión de la lucha de clases en el momento en el que la izquierda gorila abdicaba de su bando natural. Abdicación que la izquierda sindical no acompañó: es emblemático el aporte de comunistas y socialistas, delegados de base o dirigentes, al trazado de la doctrina naciente y nuevo paradigma. Pero esa abdicación de la intelectualidad de la izquierda conservadora (que termina socia del embajador estadounidense y la derecha en la célebre Unión Democrática) no fue emulada por su par del pensamiento nacional, pero para algunos Jauretche, Scalabrini, Manzi o los “traidores” Cooke, Puiggros o Walsh están fuera de la categoría.
Queda patentizado grotescamente que el claustro no podía soportar 2 reformas en menos de medio siglo: la autonomía y la apertura social. La primera la había puesto en sus propias manos al servicio de un nuevo modelo educativo, pero la segunda la pondría al servicio de un proyecto de Nación. Cómo se dio esa puja está vinculado al modo de dirimir la política en el contexto histórico-socio-cultural. Los reformistas no tuvieron problema para desarrollarse y multiplicarse durante los lapsos pseudo-democráticos en los que el peronismo estuvo proscripto. Mal podía el referido “2º peronismo”, la resistencia –que contaba con sus propios intelectuales (Marechal incluido) tener alguna simpatía con quienes nunca alzaron la voz a su favor, o al menos desde una perspectiva “demócrata” objetaran la proscripción… por el contrario en actitud desvergonzada por conservadora aquella intelectualidad seguía prefiriendo batallar con su némesis clásica.
Para su desdicha el nuevo paradigma, el peronismo, se había infiltrado en la sociedad. Como fenómeno cultural y masivo salía de los hogares y de las fábricas y se reproducía. No se podía decir “Perón” pero se pensaba “Perón”. Y los jóvenes formados en la negación cínica del peronismo pudieron leer en los espacios vacios del discurso cotidiano. Y claramente decía “Perón”. “Perón” pensaba el pueblo y lo pronunciaba en los actos clandestinos del caño, la tiza o el carbón… o en la jerga en la que todo - el macho, el hombre, el que te dije, el viejo, papá, el general o el coronel…-todo quería decir “Perón”.
El autoengaño era grosero cuando el artículo 14 bis de la repuesta constitución de 1853, incluido por decreto para arrasar la constitución del ’49 tras el golpe de la “fusiladora” decía “Perón” y la ley de contrato de trabajo decía “Perón” y las escuelas y obras públicas que no se atrevieron a demoler (porque a otras se atrevieron) decían “Perón”.
La muerte de Perón signo sin solución el referido 3º peronismo entre el entusiasmo del luche y vuelve, el gobierno de Cámpora, la estrategia de Perón, el Isabel-lopezreguismo, los anticuerpos que expulsan a “lopecito” y consiguen las elecciones anticipadas y el golpe genocida del cual los peronistas fueron víctimas preferenciales. Sucumben también los claustros por su composición peronista y de izquierda.
El artículo de Alejandro Horowicz es una pieza de colección. Tiene el valor de una pictografía de hace un millón de años al lado de las expresiones actuales de la izquierda madura aliada al pensamiento nacional y latinoamericanista como la que se expresa y convive en Carta Abierta, que reivindica el análisis crítico y reconoce la compulsa entre dos proyectos antagónicos que, con la forma que hoy ostente, sigue siendo “colonia o Nacion”; postergando a sabiendas y responsablemente debates subalternos o retardatarios para acompañar en el momento oportuno –que es cuando las cosas están ocurriendo- a un gobierno que toma medidas soberanas y de trascendencia histórica, sin asustarse de la identidad peronista de su parte principal. Como FORJA: aquellos intelectuales que fueron depuestos junto con el peronista Leopoldo Marechal.


Ariel Magirena (periodista)

domingo, 2 de agosto de 2009

Detrás de la noticia. (Esto no se publica...)

La UTPBA de Canal 7 censura a un periodista!!!!!



Me tocó padecer una situación inaudita. La comision interna del noticiero de canal 7, donde trabajo, emitió un comunicado de repudio hacia mi por la publicación de un analisis del tratamiento de los medios en relación con la gripe A en el periodico Miradas al Sur. La jugada se enmarca en una vieja disputa en el terreno politico gremial que se agudizó cuando encabecé, por primera vez en 16 años de su mandato, a la lista única que domina esa comision interna. Las diferencias politicas son lo suficientemente graves como el hecho de que esa comisión interna rechazara en asamblea mi propuesta de que nuestro colectivo de trabajo se manifestara a favor de una nueva ley de medios que derogara la de la dictadura. Es la misma comisión interna que acusó a la actual gestión del canal de ejercer la censura cuando, por linea editorial, decidió no sumarse a la agenda de los multimedios en la abierta campaña sobre la inseguridad. No creo, por el momento, necesitar de ninguna medida de apoyo, aunque es conocida la historia de que quien se les opone es "trasladado" fuera del noticiero. Sólo quiero ponerlos al tanto, tal me lo aconsejaran mis compañeros de la Comision de Medios Audiovisuales de Carta Abierta. Aqui abajo transcribo textual (y con la puntuación original) la nota que la comision interna publicó en la cartelera del noticiero y mas abajo mi respuesta. Para quienes no leyeron el Miradas al Sur del 12 de julio reproduzco el artículo al final.



El texto de la comision interna:

17 de julio de 2009
CONTRA LOS OPERADORES OPORTUNISTAS

La television pública está siendo objeto de una serie de burdas operaciones de prensa que, por lo que parece, se generan tanto desde adentro del oficialismo como desde sectores que pretenden atacar al gobierno.Los objetivos de sus autores para desnostar (sic) a Canal 7 no están tan claros como sí lo están su escaso talento y estrechez mental para elaborar una crítica creíble, y basada en los hechos, en lugar de apelar a una retórica penosamente vacía y llena de lugares comunes, o lo que es peor, a mentir descaradamente y fabular interpretaciones.La primera de estas operaciones apareció el pasado domingo 12 de julio, en el diario Miradas al Sur, -un periódico oficialista- en un artículo titulado "Los medios y los miedos", pretendidamente dedicado a analizar la manera en que los medios cubren la epidemia de gripe A en la Argentina, firmado por Ariel Magirena, quien paradójicamente, se desempeña como cronista en el Noticiero de Canal 7. Magirena afirma livianamente allí que la televisión pública no hace mas que seguir la agenda de los medios privados, y que hay una "ausencia de una propuesta esclarecedora y responsable por necesidad y urgencia."Es evidente que el artículo vacío e insustancial de Magirena es apenas un instrumento para que otros, que no se muestran, jueguen a sus pequeñas internas contra la conducción del SNMP, pero también contra el Noticiero de Canal 7 y por lo tanto, contra todos sus trabajadores. Haciendo perfecto juego con esta pseudo-critica, y de manera simultánea, la edicion electrónica del diario Perfil se hizo eco de un delirio conspirativo publicado por el blog "Notero de a pie", del que mencionar que tiene entre sus fuentes a Seprin, la cloaca de los ex servicios de inteligencia, nos exime de todo comentario adicional.Segun Perfil, citando al mencionado blog, el programa de Canal 7 "678" habría sido objeto de una censura al tratar el tema del supuesto enriquecimiento ilícito de los Kirchner, siendo levantado del aire por ese motivo. Lo que ocurrió, y que habia sido anunciado con antelación en la difusion de las grillas semanales y por los propios conductores del programa fue que se había determinado que por la transmisión de un partido del seleccionado de vóley, tanto ese programa, como el noticiero que iba a continuación, durarían (sic) media hora. Los trabajadores del Noticiero, quienes hemos sostenido, cuando nadie lo hacía, la idea de la televisión pública, evitando, junto a nuestro gremio, la UTPBA, la privatización y el saqueo de este Canal durante el menemismo y la Alianza, y el despido de trabajadores de prensa en todas las administraciones, repudiamos enérgicamente estas malintencionadas operaciones de prensa contra Canal 7 y rechazamos a los descarados oportunistas que, incluso desde adentro del canal, pretenden sacar provecho político o personal y servir a internas trasnochadas.
COMISION INTERNA DEL NOTICIERO DE CANAL 7


Mi respuesta:

Que te pasa?...

La comisión interna nos falta el respeto, sugiriendo que no sabemos entender el contenido de un artículo periodístico e interpretándolo con groseras mentiras para justificar su bajeza al momento de insultar a este periodista. No voy a reiterar ese acto de soberbia aclarando sobre lo que no escribí ya que sobresale la mala intención cuando, en lugar de hacer la cita textual, se “cuenta” lo que digo, y cuando hay cita se la descontextualiza: Sólo hay que leer el artículo.No merece mi respuesta, sino la de un psicoanalista, la teoría conspirativa que grotescamente enuncia, aunque llama la atención la defensa innecesaria y desubicada que hace de la conducción política del canal. Pretender que cuestionar el desaprovechamiento de los medios públicos ante tópicos puntuales implica una jugada "contra la conducción del SNMP", a la que apoyo públicamente, motivo por el cual nos hemos enfrentado en asambleas en reiteradas ocasiones, es rebuscado e insustento, pero agregarle que es contra el noticiero y sus trabajadores es delirante y malicioso del mismo modo que relacionarlo con un ignoto blog de su consulta.Ofende a todos los periodistas que delegados que pertenecen a un sindicato abanderado en la defensa de la libertad de expresión y un gremio que pagó con vidas su compromiso cometan semejante acto de censura. Como afiliado y militante en y con la UTPBA durante mas de 20 años los invito a firmar sus opiniones personalmente sin involucrar su coyuntural categoria gremial.
Ariel Magirena


Artículo del periódico Miradas al Sur :

Los medios y los miedos
Por Ariel Magirena

El tratamiento por los medios de la Gripe A expone aspectos profesionales y éticos que sobresalen. En primer lugar porque revela criterios globalizados al momento de darle estado periodístico. La irrupción de una enfermedad rara con un impacto minúsculo en la población podría haber inspirado apenas un capitulo de una serie sobre médicos como la muy popular Dr. House, sin embargo se convirtió en un fenómeno de la comunicación que se lleva las portadas y ofrece, al menos en nuestro país, un suculento provecho político. Por lo que vale una vida se justifican aquí las medidas sanitarias oficiales y el interés periodístico, sobre todo por la particularidad de su veloz expansión, pero exige también una responsabilidad social que está ausente. Una aproximación cronológica: en los primeros días el show de los medios se montó sobre una medida oficial: la clausura de los vuelos entre nuestro país y México, origen del virus mutante. El aeropuerto de Ezeiza fue ocupado por móviles y cronistas que, de acuerdo con la línea editorial de sus empresas, cundieron la alarma y “anticiparon” los casos cuando aun no existían. En un país sin infectados y con medidas preventivas radicales se alentó la psicosis mediante el poder de la imagen, cuyo objeto fetiche fue el barbijo, convertido pronto en un fenómeno comercial. Cuando se confirmaron los primeros contagios la campaña, con folletería y spots, del Ministerio de Salud ya funcionaba, pero los medios salieron a buscar sus propios especialistas y a difundir sus propias conclusiones haciendo un aporte a la confusión muy difícil de desactivar. Mediáticos sin matricula médica, como el presidente de la novísima organización “Médicos sin bandera” (nombre intencionadamente parecido a la conocida Médicos sin frontera) se convirtieron con llamativa facilidad en referentes de consulta pese a la desautorización concreta del comité de crisis que se formó con los Ministerios de Salud y ONGs como Red Solidaria. La adjetivación condicionó a la información y la reemplazó. De nada valieron entonces las desmentidas de los servicios sanitarios, por cierto sobredemandados, cuando la prensa decretó que estaban “colapsados”. Al fenómeno del barbijo (desaconsejado para quienes no están infectados) se sumó el del alcohol en gel que eclipsó la recomendación fundamental del lavado con agua y jabón (por lo menos lo que abunda aquí no daña y el abuso sólo produce deshidratación en la piel). La ex Ministra de salud Graciela Ocaña pasó en muy pocos días de responsable a mártir por el sólo (aunque no menor) hecho de su renuncia. Del mismo modo se califican sospechosas – y se analogan caprichosamente con las del INDEC- las cifras que se difunden de infectados y muertos, y se responsabiliza al Gobierno Nacional, cuando surgen de datos de los municipios y las provincias. Los canales de noticias dan la información general compartiendo pantalla con una placa catástrofe sobre la Gripe A o con la reiteración en videograf en la parte baja del cuadro. La lógica mercantil de los medios trata a la enfermedad como un producto generando rating y negocios, pero también efectos políticos. Es evidente que no busca esclarecer ni paliar el azote. La agenda periodística está marcada y nadie puede escaparle. Los medios públicos están obligados a seguirla aunque persigan otra lógica y sean débiles en el cometido de torcerla, pero no parecen seducidos a marcar la suya. En medio de la confusión resalta la ausencia de una propuesta esclarecedora y responsable que se ofrezca como alternativa por necesidad y urgencia. En un proyecto estratégico de comunicación, como en el cercano caso de Brasil, la agenda pública -política, sanitaria, educativa o de seguridad- penetra los medios (no solo los estatales) y sus productos (las telenovelas, los noticieros, los talk shows…). Los personajes que aquí ”chivean” un café o una mayonesa, por esos lados forman conciencia incorporando el uso de preservativos, el valor de la lactancia o el repudio del racismo, por mencionar ejemplos. Sin llegar a ese ideal la Gripe A podría aparecer en programas especiales y en micros puntuales que protagonicen las grillas desplazando anuncios publicitarios u otros subalternos. Estamos a tiempo.