domingo, 14 de febrero de 2021

La muerte de Menem y el dictamen de la historia

 

Murió Carlos Menem. Después de Néstor y Cristina el mejor presidente elegido desde el fin de la dictadura militar. No es un elogio sino el reconocimiento del deterioro de la política y en lo que se convirtió hasta llegar a este momento de administración colonial con pretextos progres.

Recibió el País con su aparato productivo destruido por la dictadura y con la economía y el Estado pulverizados por el alfonsinato. Para recuperar la Argentina comenzó por proteger la moneda y el salario. Capitalizó empresas estatales destruidas y atrasadas con la que logró el único shock de inversiones extranjeras de nuestra historia, puso el salario en el lugar más alto desde Isabel al costo de una deuda monstruosa que, sin embargo, es risible con el nivel de endeudamiento y fuga al que llegaron sus sucesores con excepción de Néstor y Cristina. Todos los planes sociales que hoy funcionan son hijos de su gestión y son aún más miserables. Los jubilados cobraban más en su presidencia que en las que la sucedieron, con la salvedad persistente del kirchnerato.
Cerró el círculo de sumisión al capitalismo financiero que instituyó la dictadura y que continuó el alfonsinismo destruyendo al Estado. Sin embargo las dramáticas cifras de pobreza que desangran a la Argentina fueron menores que las de los gobiernos que lo sucedieron.
Se deshizo de la herencia que sobrevivía del peronismo poniendo al mercado a regir las relaciones económicas, políticas y sociales. Consumó el plan de privatización de los medios de comunicación iniciado por Alfonsín.
Sin embargo este periodista que escribe (echado por el macrismo de la TV publica sin indemnización mientras cursaba una licencia médica y abandonado por la gestión liberal progresista de los Fernández), jamás fue perseguido por su férrea y explícita oposición al gobierno más poderoso de la democracia (funcionarios de entonces con los que me unen el peronismo y el afecto personal pueden atestiguarlo).
Dejó su presidencia con 35mil millones de dólares de reserva y 60mil millones de dólares de circulante y depósitos, sin fuga. En 10 años la deuda externa contraída fue menor que la de De la Rúa en 2 y un tercio de la que dejó Macri.
Luego de la interrupción del kirchnerismo del modelo destructivo de la producción y el ingreso, la entrega soberana y postración ante el capitalismo foráneo retornó hasta alcanzar HOY su peor expresión cuando -continuando el plan del macrismo- el gobierno Fernández pone al Estado a subsidiar a los sectores concentrados de la economía local y los dictados de los dueños del mundo (bancos, medios y laboratorios), transfiriendo la riqueza a los poderosos, aniquilando el salario y sub alimentando a los pobres.
Con la excepción del kirchnerato todos los gobiernos votados hasta hoy fueron definitivamente peores que los de Menem, por lo que está garantizada la absolución de la historia.
Nunca lo habría deseado.
Nunca me lo hubiera imaginado.


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