jueves, 3 de octubre de 2024

Universidad y resistencia: segunda marcha federal

 

Una multitudinaria y federal marcha respaldando a la universidad pública coronó una semana que propinó al gobierno de Javier Milei un azote de realidad, a la que elude con su acostumbrado relato.

Cifras de pobreza e indigencia propias de un país en guerra, encuestas que dan cuenta de una precipitada impopularidad creciente, un acto de relanzamiento de la fuerza oficialista con escasa concurrencia pese al aparato típico de la vieja política montado con el propósito de una épica que resultó caricatura, el discurso torpe de la hermana del presidente y secretaria general de la presidencia seguido por el suyo signado por la impotencia y cargado de insultos y groserías, el fracaso del canje de deuda billonaria en pesos que debió completar con recursos del mentado superávit y hasta el fenómeno de afectar a la baja el rating del programa de la diva televisiva Susana Giménez
durante su participación en nota exclusiva (que volvió a subir luego de esa entrevista) afectaron el humor siempre inestable del autócrata.

Las horas previas a la marcha universitaria dieron cuenta de un verdadero estado de locura dentro del Poder Ejecutivo. La ministra de seguridad Patricia Bullrich denunció la intención de un golpe de Estado para fin de año del que esta marcha sería una acción previa. Anunció medidas especiales en torno de la manifestación que se explicitaron en un verdadero blindaje de un perímetro alrededor del congreso que incluyó cercanías y dificultó el acceso al palco lindante con la Avenida de mayo.

El presidente Milei no quedó atrás con su comunicado oficial en el que ratifica su voluntad de desfinanciar la universidad pública para cumplir con los autores y beneficiarios del saqueo cometido durante la gestión Macri al que el gobierno Fernández dio impunidad. En su texto arremete contra los legisladores que podrían frustrarlo, acusándolos de demagogos y populistas y pretendiendo convencerlos de tratar el tema junto con el proyecto de presupuesto 2025. Del mismo modo, en tono de campaña, fantasea –ese comunicado- un “frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la dirigencia política”, que conformarían CFK, Sergio Massa, Martin Lousteau, Horacio Rodriguez Larreta y Elisa Carrió, presentes en la moviliación.

El apoyo de prácticamente todo el espectro partidario no oficialista de la Argentina a la causa universitaria sugiere un escollo para que el gobierno vuelva a recurrir al soborno de legisladores para un éxito como el logrado al negar un aumento miserable a los jubilados.  Mientras tanto el llamado a diálogo con la CGT -que se reunió en Casa Rosada con el jefe de Gabinete Guillermo Francos- no alcanzó a espantar el fantasma de un tercer paro general de la central obrera con adhesión total del transporte (vuelos incluidos). Este panorama podría ser propicio para el funcionamiento de los mecanismos de contrapeso que la constitución prevé para que la república no consume en autocracia. La política, que es la única en condiciones de ofrecer una alternativa -ya que ni los sindicatos, ni la iglesia, ni la comunidad educativa ni ninguna organización social tienen posibilidad de gobernar ni deliberar en representación del pueblo- se encuentra en este momento en oportunidad de juego con pelota detenida. Veremos a dónde quiere patear.

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